martes, 16 de julio de 2013

Garantizar el futuro del acero en Europa



Por primera vez desde el Plan Davignon de 1977, la Comisión propone un amplio plan de acción para el acero, once años después de la expiración del Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en 2002.
La industria europea del acero tiene muchos puntos fuertes: plantas modernas, productos avanzados, clientes exigentes que obligan constantemente a innovar en los productos, un importante mercado interior y una mano de obra competente. Sin embargo, hoy día tiene que hacer frente a importantes retos: baja demanda, aumento de los costes de la energía, dependencia de materias primas importadas, dura competencia, a menudo desleal, y requisitos medioambientales muy exigentes. El riesgo de cierres de fábricas y pérdidas de empleo crece.
La presente nota analiza los retos a los que se enfrenta la industria del acero y presenta el Plan de Acción de la Comisión Europea que se ha publicado hoy. Recuerda la importancia estratégica del acero en la UE y su estrecha relación con muchos sectores industriales a los que abastece, como la automoción, la construcción y la electrónica. Pone de relieve claramente que la producción de acero tiene futuro en Europa.
A. Los retos
Actualmente, la demanda de acero en Europa está un 27 % por debajo del nivel anterior a la crisis. El empleo en el sector disminuyó un 10 % entre 2007 y 2011, pues varios centros cerraron o redujeron su producción. Sin embargo, la UE sigue siendo el segundo mayor productor de acero del mundo, da empleo a más de trescientas sesenta mil personas y tiene una producción superior a los 177 millones de toneladas de acero anuales, que representa el 11 % de la producción mundial.
La industria mundial del acero ronda en la actualidad los 542 millones de toneladas de sobrecapacidad. De esta cantidad, casi 200 millones de toneladas están situadas en China. Si la capacidad permanece constante después de 2014, la demanda podría tardar entre cinco y siete años en responder a la capacidad, al ritmo actual de crecimiento.
La competencia es feroz: la industria china del acero representa ya casi el 50 % de la producción de acero mundial, y China es el mayor exportador mundial de acero. En los Estados Unidos, la caída de los costes de la energía debida a la revolución del gas de esquisto ha hecho mejorar la posición competitiva de la industria en cuanto a costes, que atrae nuevas inversiones. Los EE. UU. podrían convertirse pronto en un exportador neto de acero, acrecentando aún más el exceso de oferta en los mercados mundiales. Algunos países vecinos, como Rusia, Ucrania y Turquía, han mejorado sustancialmente su capacidad de producción de acero para exportar a la UE.
Dicho esto, la competencia no siempre es leal. Se observa una tendencia creciente a proteger a los productores nacionales mediante la imposición de restricciones a las exportaciones y derechos de exportación sobre las materias primas, aumentando indebidamente los costes de la producción de acero en la UE. Así sucede con la India, China, la Federación de Rusia y Egipto. En China y los Estados Unidos existen limitaciones a la inversión y preferencias de contratación pública en los sectores nacionales del acero.
Según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), se espera que la demanda mundial de acero aumente a 2 300 millones de toneladas de aquí a 2025, principalmente en los sectores de la construcción, el transporte y la ingeniería mecánica, y sobre todo en las economías emergentes. Es esencial que la industria europea del acero esté preparada para sacar pleno provecho de este próximo aumento de la demanda.
B. El Plan de Acción del Acero: el acero tiene futuro en Europa
Está claro que debemos estimular el crecimiento de la demanda de acero de la UE tanto dentro de esta como en los terceros países, reducir los costes y aumentar una producción de acero innovadora y sostenible. Solo con medidas específicas por parte de la UE, los Estados miembros y las empresas podrá la industria europea del acero recuperar su competitividad y desarrollar la nueva generación de productos de acero vital para otros sectores europeos clave.
1. Garantizar un marco regulador adecuado
En consonancia con el programa de la Comisión para una normativa inteligente1, la legislación de la UE debe ser eficaz y eficiente en el logro de sus objetivos. La Comisión está decidida a detectar las cargas excesivas, incoherencias, lagunas o medidas ineficaces.
En este contexto, la Comisión va a finalizar una evaluación de los costes acumulativos del sector del acero en 2013, con objeto de determinar la carga normativa total de la UE y de evaluar a fondo las repercusiones de nuevas iniciativas que podrían tener una influencia importante en la competitividad de la industria del acero.
En algunos Estados miembros, la evasión del impuesto sobre el valor añadido en el mercado nacional del acero afecta negativamente a las condiciones de funcionamiento de los productores. En consecuencia, se resienten de la competencia desleal del mercado negro, que a veces los obliga a limitar la producción o cerrar acerías. Por tanto, la Comisión, en colaboración con los Estados miembros, va a estudiar posibles iniciativas contra el mercado ilegal de productos de acero en la UE, incluida la evasión del IVA.
Las normas europeas también pueden promover una producción sostenible de productos de acero para la construcción. La industria ya está desarrollando la Marca de los Productos de Acero para la Construcción: SustSteel. Su objetivo es promover la sostenibilidad en general y la fabricación de productos de acero para la construcción en particular. Su uso puede exigir determinadas actividades de normalización.
2. Facilitar la reestructuración y abordar las necesidades de aptitudes
Las perspectivas del empleo en el sector del acero son motivo de honda preocupación y merecen la plena atención política, sobre todo porque en los últimos años se han perdido cuarenta mil puestos de trabajo como consecuencia de las reestructuraciones.
Los Fondos Estructurales y, en particular, el Fondo Social Europeo y el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización, además de otros varios instrumentos de actuación, pueden aliviar el coste social de los ajustes y garantizar que se conserven las aptitudes necesarias.
Por la estructura de edad en la mayoría de las empresas europeas productoras de acero, más del 20 % de la mano de obra actual habrá abandonado la industria en el período 2005-2015 y cerca del 30 % lo habrá hecho para 2025. Por tanto, la industria necesita capacidad para atraer a talentos jóvenes y creativos.
La Comisión va a poner en marcha una serie de medidas, pero también pide a los Estados miembros y a la industria que se unan a ella para ejecutar las acciones:
  1. promover el empleo de los jóvenes en el sector consolidando los sistemas de aprendizaje y los procesos de contratación orientados a la juventud;
  2. crear un consejo europeo de aptitudes para la industria del acero que reúna a las organizaciones nacionales que trabajan en el desarrollo de las aptitudes y el empleo;
  3. apoyar alianzas para las competencias sectoriales, como propone el programa Erasmus para Todos, a fin de diseñar y ofrecer planes y métodos de estudio comunes;
  4. apoyar políticas activas de formación y aprendizaje permanente, también en lo relativo a las aptitudes de ahorro de energía, a través de la formación de auditores y gestores energéticos;
  5. racionalizar el uso de los fondos de la UE, cuando así se les pida, a través de un grupo de trabajo específico en los principales casos de cierres de instalaciones o reducciones de personal significativas;
  6. presentar un marco de calidad para la previsión del cambio y las reestructuraciones, proponiendo las mejores prácticas a todas las partes interesadas;
  7. mantener la posibilidad de aplicar normas de cofinanciación y contribución propia decreciente en los Fondos Estructurales para los países participantes en el programa;
  8. garantizar que la concesión de fondos de la UE tenga en cuenta la durabilidad de las inversiones en cuanto a creación y mantenimiento de puestos de trabajo.
3. Impulsar la demanda de acero
En la UE, la demanda de acero depende de la situación económica y financiera de unos pocos sectores clave, que a su vez han sufrido la crisis financiera.
Los sectores de la construcción y el automóvil representan una cuota combinada de alrededor del 40 % de la demanda de acero. Es necesario poner en aplicación las iniciativas de la UE relativas a estos sectores, como CARS 2020, que estimula la demanda de vehículos que utilicen combustibles alternativos, y la iniciativa sobre construcción sostenible, que fomenta la renovación de edificios.
4. Apoyar la demanda mejorando el acceso a los mercados extranjeros y garantizando la igualdad de condiciones a nivel internacional
La UE es un mercado abierto, pero con demasiada frecuencia los terceros países productores de acero hacen uso de restricciones al comercio o distorsiones (barreras arancelarias y medidas no arancelarias, incentivos a la exportación o subvenciones) que ofrecen ventajas desleales a sus propias industrias del acero.
En este sector se hace sentir especialmente la necesidad de una competencia internacional leal y en igualdad de condiciones. Las acerías dependen de recursos que son escasos en Europa. Europa recicla chatarra de acero, que es uno de los insumos de la fabricación de acero, pero también a este respecto existe escasez, debida en parte a las exportaciones ilegales.
La política comercial bilateral y multilateral y, en particular, las negociaciones de acuerdos de libre comercio (ALC) son los instrumentos clave para garantizar el acceso a los mercados de terceros países y a las materias primas, con el respaldo de instrumentos de defensa comercial que permitan afrontar las prácticas comerciales desleales. En 2012 se iniciaron once nuevas investigaciones relativas a los productos del hierro y el acero a raíz de denuncias de la industria.
Asimismo, la Comisión:
  1. adoptará medidas contra las prácticas comerciales desleales e informará puntualmente sobre la evolución de las importaciones de acero procedentes de países no pertenecientes a la UE;
  2. hará un seguimiento de los mercados de chatarra y presentará una propuesta con objeto de reforzar el Reglamento relativo a los traslados de residuos y potenciar la capacidad de los Estados miembros para realizar inspecciones y así combatir las exportaciones ilegales, con el fin de aumentar la seguridad del abastecimiento de los aceristas que utilizan chatarra como materia prima;
  3. incluirá el carbón coquizable en la lista de materias primas críticas, además de otros elementos clave esenciales para la producción de acero;
  4. estará en contacto con los principales terceros países productores para tener una visión de conjunto de la evolución del sector y desarrollar planteamientos comunes ante los retos a los que se enfrenta en todo el mundo.
5. Impulsar la competitividad con políticas idóneas de energía, cambio climático y uso eficiente de la energía y los recursos
Los costes energéticos representan alrededor del 40 % de los costes de explotación de la fabricación de acero. Al igual que sucede en otras industrias que son grandes consumidoras de energía, el coste de la energía es uno de los principales factores de la competitividad.
La industria europea paga la energía más cara que la mayoría de sus competidoras internacionales, a precios que han aumentado un 27 % en términos reales entre 2005 y principios de 2012. Las futuras políticas de energía deben hallar la manera de reducir o compensar los efectos negativos para la competitividad de las empresas con elevado consumo de energía.
Las diferencias entre los precios de la electricidad para el usuario final en los Estados miembros se deben a la interacción compleja de varios factores, que incluyen los costes de combustible, la política fiscal, la estructura de los mercados, las políticas en materia de energías renovables y los diferentes planteamientos de la regulación de precios. Si bien una proporción alta de energías renovables con costes marginales reducidos puede ejercer una presión a la baja en los precios al por mayor, la repercusión en los precios al usuario final de la expansión de las energías renovables puede ser negativa a corto y medio plazo, debido a los impuestos aplicados a las energías renovables por parte de los Estados miembros. Un mercado interior de la energía eficiente puede estimular la competencia y reducir los precios, pero esto implica una infraestructura energética transfronteriza y transeuropea adecuada, que solo podrá lograrse mediante una actuación específica de la Unión y de sus Estados miembros.
Otro reto es el aumento de los precios de la electricidad a raíz de la aplicación del régimen para el comercio de derechos de emisión, que afecta con especial dureza a los productores que utilizan hornos de arco eléctrico y cuya principal materia prima es la chatarra reciclada. Es necesaria una inversión continuada en eficiencia energética: las plantas que utilizan las tecnologías más avanzadas ya se acercan a sus límites termodinámicos.
La industria del acero, que es una de las principales fuentes de emisiones de CO2, está particularmente expuesta al riesgo de fuga de carbono. Por consiguiente, se le asignarán gratuitamente derechos de emisión al 100 % del valor de referencia. Con arreglo a las directrices sobre ayudas estatales relacionadas con el régimen para el comercio de derechos de emisión, puede beneficiarse de una compensación financiera desde el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2020.
Las políticas relativas al cambio climático van a ser otro factor importante de los cambios tecnológicos. Se necesita un marco regulador estable y transparente para garantizar que se realicen inversiones a largo plazo, indispensables para la renovación de la base industrial. La política sobre cambio climático de la UE posterior a 2020 va a tener un papel fundamental, al igual que los compromisos y las ambiciones de los países no pertenecientes a la UE. A corto plazo, un aumento del uso de chatarra podría contribuir en gran medida a reducir las emisiones, aunque en la UE la disponibilidad de chatarra de calidad es limitada. Para aumentar el uso de chatarra es preciso mejorar y estimular el mercado del reciclado.
Un aspecto crucial es la demostración con éxito de las tecnologías avanzadas de reducción de las emisiones de CO2, en especial la captura y almacenamiento de carbono industrial (CAC). Sin embargo, hay retos importantes que deben tenerse en cuenta, como los elevados costes y la escasa sensibilización y aceptación por parte del público.
Garantizar la comparabilidad global: normas sobre emisiones
Deben establecerse compromisos mejorados, así como sistemas eficaces de seguimiento, notificación y verificación, a fin de garantizar la transparencia del futuro acuerdo internacional sobre el cambio climático. La aplicación de normas de medida reconocidas a nivel internacional es esencial para que la industria del acero de la UE no vea injustamente mermada su competitividad.
Una idea innovadora para apoyar la aplicación de la política de la UE sobre el cambio climático y facilitar la consecución de los objetivos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es adoptar normas europeas para la evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero en las industrias de gran consumo de energía. Para definir contribuciones cuantificables a la reducción de las emisiones, tanto a nivel de plantas como de sectores industriales, se necesitan metodologías transparentes y un sólido consenso sobre los procedimientos de seguimiento, notificación y verificación, así como sobre los principales indicadores de resultados. Gracias a las normas será posible comparar el rendimiento de las plantas a nivel mundial.
Entre otras iniciativas, la Comisión propone:
  1. emitir directrices destinadas a los Estados miembros en relación con los regímenes de apoyo a la energía renovable y la evaluación de la competencia de los contratos de suministro a largo plazo;
  2. analizar la composición y los factores determinantes de los precios y costes de la energía e informar sobre los precios de la electricidad para la industria como usuaria final y los componentes de estos precios en la UE y otras economías importantes;
  3. analizar el impacto del régimen para el comercio de derechos de emisión en los precios de la electricidad en la UE y, en el contexto de los debates sobre las políticas relativas al cambio climático en 2030, examinar la necesidad de adoptar medidas adecuadas para abordar el riesgo de fuga de carbono en sectores específicos;
  4. añadir la fabricación de determinados productos férreos forjados a la lista de los sectores considerados expuestos a la fuga de carbono;
  5. promover las mejores prácticas e inversiones en eficiencia energética, como nuevas calderas, plantas con turbinas de recuperación de la presión del gas de tragante, recuperación del calor residual, etc.
Los Estados miembros pueden contribuir así a estos objetivos de reducción:
  1. evaluando el impacto de todas las medidas nacionales en el precio de la energía para las empresas con consumo elevado y estudiando medidas adecuadas para reducir sus costes de energía;
  2. asignando una parte de los ingresos relacionados con el régimen para el comercio de derechos de emisión a proyectos de investigación e innovación destinados a las empresas con elevado consumo;
  3. reforzando el funcionamiento del mercado y la seguridad del abastecimiento en el sector de la energía;
  4. considerando iniciativas sobre producción eléctrica combinada, contratos a largo plazo y asociaciones.
La Comisión evaluará el impacto de las medidas adoptadas y, en caso necesario, emitirá recomendaciones adicionales para minimizar los costes de la energía para las industrias muy consumidoras.
6. Impulsar la innovación
La industria europea del acero desarrolla constantemente nuevos tipos de acero para aplicaciones específicas. Para seguir impulsando esta ventaja competitiva es necesario estimular una I+D innovadora de manera más decidida que en el pasado, atendiendo especialmente a las fases piloto y de demostración, arriesgadas económicamente y muy costosas.
La Cooperación de Innovación Europea sobre las Materias Primas promueve la innovación a través de la cadena de valor del acero, desde la prospección y extracción hasta la transformación, el reciclado y la sustitución eficientes.
La Comisión:
  1. dará el apoyo adecuado, en el marco de Horizonte 2020, a proyectos de demostración y piloto de I+D sobre nuevas tecnologías más limpias y más eficientes en el uso de recursos y energía, incluidas las asociaciones público-privadas como SPIRE (industria de transformación sostenible gracias a la eficiencia en recursos y energía) y el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (SET);
  2. concentrará la ayuda financiera, más allá de la fase de investigación, en la fase de mejora y la fase piloto;
  3. explorará, en el contexto de la Cooperación de Innovación Europea sobre Materias Primas, todas las opciones para promover la innovación en la industria del acero a lo largo de la cadena de valor de las materias primas, incluido el reciclado.
Esta acción de la Comisión puede complementarse con programas específicos a nivel de los Estados miembros. El Banco Europeo de Inversiones también puede contribuir tomando en consideración las solicitudes de financiación a largo plazo de proyectos cuyo objetivo sea cumplir los requisitos de la Directiva sobre las emisiones industriales tomando como base las mejores técnicas disponibles.
Además, el sector del acero se beneficia de medidas de apoyo estatal que contribuyen a la consecución de los objetivos de la UE para 2020, en particular relacionadas con I+D, innovación, formación y empleo, así como ayudas para mejorar la protección del medio ambiente.
En los doce meses siguientes a la adopción del Plan de Acción, la Comisión evaluará la repercusión de su aplicación en la competitividad de la industria del acero y, si es necesario, aportará recomendaciones y orientaciones adicionales.

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