martes, 16 de julio de 2013

El Tribunal de Cuentas examina el coste de proyectos de carreteras


Unas previsiones de tráfico demasiado optimistas dieron lugar a proyectos de carreteras más costosos
Durante el período 2000-2013, la UE ha asignado aproximadamente 65 000 millones de euros al FEDER y al Fondo de Cohesión para cofinanciar la construcción o renovación de carreteras. El Tribunal examinó veinticuatro proyectos de inversión del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y del Fondo de Cohesión en carreteras en Alemania, España, Grecia y Polonia para evaluar si habían logrado sus objetivos con costes razonables. El coste total de los proyectos auditados superó los 3 000 millones de euros.
Una constatación muy interesante del Tribunal fueron las diferencias significativas en el coste entre proyectos de carreteras cofinanciados por la UE.
El Tribunal calculó el coste total, el coste total de construcción y el coste de construcción de calzadas por 1 000 m2. Los proyectos controlados en Alemania tenían el coste de construcción de calzadas más bajo por 1 000 m2 las tres categorías (costes medios totales de 287 043 euros en Alemania, 496 208 euros en España, véase el gráfico 2 del informe). No existen pruebas de que ello fuera debido a los costes de mano de obra.
Todos los proyectos de carreteras fiscalizados permitieron reducir la duración de los trayectos y mejorar la seguridad vial. El Tribunal concluyó asimismo que no se prestó suficiente atención a la rentabilidad de los proyectos, pues la mayoría de los examinados presentaban previsiones de tráfico inexactas. El tipo de carretera elegida no era la más apta para el tráfico que soportaba: la autopista era la opción preferida de los beneficiarios incluso en aquellos tramos en los que una vía rápida podría haber resuelto las necesidades de tráfico. En catorce de los diecinueve proyectos sobre los cuales se disponía de información, se registró un uso inferior al previsto. El incremento medio del precio con respecto a los planes originales ascendió al 23 % y las demoras alcanzaron un promedio de nueve meses, o sea, el 41 % del plazo previsto.
Según Harald Wögerbauer, Miembro encargado del informe, «Más grande no siempre significa mejor. Las autopistas solo deben financiarse con fondos de la UE cuando exista una clara necesidad de tráfico. Facilitar información correcta a los planificadores e ingenieros les ayudará a reducir los costes de la construcción de carreteras ».
Los auditores formulan tres recomendaciones principales: a cofinanciación de la UE de proyectos de carreteras debería supeditarse a la existencia de objetivos claros con sus correspondientes indicadores del tiempo de transporte ahorrado, mejora de la seguridad vial y de la capacidad y efectos concretos en la economía; las ayudas deberían vincularse a la aplicación de soluciones técnicas razonables y rentables acordes con las mejores prácticas; y los Estados miembros deben velar por la competencia en los mercados de la construcción a través de sistemas de contratación pública que obtengan las ofertas más económicas.

Fuente: Europa Press Releases RAPID

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