miércoles, 7 de diciembre de 2022

La UE aprueba legislación para luchar contra la deforestación y la degradación forestal a escala mundial impulsadas por la producción y el consumo de la UE


El Parlamento Europeo y el Consejo han alcanzado un acuerdo sobre un Reglamento de la UE relativo a las cadenas de suministro que no contribuyan a la deforestación. Tras su adopción y aplicación, la nueva legislación garantizará que una serie de mercancías clave comercializadas en el mercado de la UE dejen de propiciar la deforestación y la degradación forestal en la UE y en otros lugares del mundo. Puesto que la UE es una economía de gran tamaño y una gran consumidora de esos bienes básicos, esta importante medida contribuirá a detener en gran parte la deforestación y la degradación forestal a escala mundial, lo que a su vez reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad. Este importante acuerdo se ha alcanzado justo antes del inicio de la trascendental Conferencia sobre la Biodiversidad (CP15), cuyo objetivo es definir los objetivos de protección de la naturaleza para las próximas décadas.

Una vez sea de aplicación, la nueva legislación obligará a las empresas pertinentes a actuar con la diligencia debida si introducen en el mercado de la UE, o exportan desde él, lo siguiente: aceite de palma, ganado bovino, soja, café, cacao, madera y caucho, así como sus productos derivados (por ejemplo, carne de vacuno, muebles o chocolate). Estos bienes básicos se han escogido a raíz de una evaluación de impacto exhaustiva que los ha definido como los principales impulsores de la deforestación debida a la expansión agrícola.  

El nuevo Reglamento establece estrictas normas obligatorias de diligencia debida para las empresas que deseen comercializar los productos pertinentes en el mercado de la UE o exportarlos. Los agentes económicos y los comerciantes tendrán que demostrar que los productos no han contribuido a la deforestación, por haberse producido en tierras que no hayan sido deforestadas después del 31 de diciembre de 2020, y que cumplen toda la legislación aplicable y pertinente en vigor en el país de producción.

También se exigirá a las empresas que recopilen información geográfica precisa sobre las tierras agrícolas en las que han obtenido esos bienes básicos suministrados, a fin de poder comprobar su conformidad. Los Estados miembros deben asegurarse de que el incumplimiento de las normas dé lugar a sanciones efectivas y disuasorias.

La lista de bienes básicos contemplados se revisará y actualizará periódicamente, teniendo en cuenta nuevos datos, por ejemplo, los cambios en los patrones de deforestación.

Más información en la nota de prensa de la Comisión Europea.

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