sábado, 29 de abril de 2023

Derechos de los consumidores: derecho a la reparación y a recibir información sobre declaraciones medioambientales

Cada año se desechan en la Unión Europea 35 millones de toneladas de residuos, lo que implica el desperdicio de 30 millones de toneladas de recursos y 261 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero.

Muchos de estos productos desechados podrían haber sido reparados, pero se suelen eliminar prematuramente.

El derecho de reparación es una nueva propuesta de medidas para promover y facilitar la reparación y reutilización de productos. El objetivo es que sea más fácil y barato para los consumidores reparar los productos en lugar de sustituirlos. Esto impulsará el sector de la reparación e incentivará a productores y vendedores a desarrollar modelos de negocio más sostenibles basados en la reparación y reutilización de recursos. Se introduce el "derecho de reparación" para los consumidores, tanto dentro como fuera de la garantía jurídica.

Dentro de la garantía jurídica, los vendedores estarán obligados a ofrecer reparación, excepto cuando sea más cara que la sustitución por un nuevo producto. Fuera de la garantía jurídica los consumidores tendrán un nuevo conjunto de derechos e instrumentos para que la reparación sea más fácil y accesible.

Esta iniciativa busca lograr un consumo sostenible a lo largo de todo el ciclo de vida de un producto. 

Recientemente se ha presentado otra iniciativa contra el greenwashing, una práctica que conocemos también como ecoblanqueo o blanqueo ecológico., y las declaraciones medioambientales engañosas.

Esta iniciativa persigue que los consumidores disfruten de una mayor claridad y de una garantía de que, cuando algo se venda como ecológico o natural, lo sea de verdad. Según la propuesta de la Comisión, todas las declaraciones ecológicas sobre los productos o servicios tendrán que estar verificadas de forma independiente y demostrarse con pruebas científicas. Además, las etiquetas medioambientales tendrán que ser transparentes, fiables, y deben poder verificarse de manera independiente.

Por eso, las nuevas normas contribuirán a establecer unas condiciones de competencia equitativas entre las empresas que usan declaraciones medioambientales y ayudarán a los consumidores a obtener una información fiable sobre el impacto medioambiental de lo que compran.

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