La Política Agraria Común, conocida como PAC, introdujo reglas para que los estados miembros apoyaran al sector agrícola después de la II Guerra Mundial. La PAC ha ido evolucionando para responder a un mercado cambiante y a nuevos retos, como el cambio climático o la necesidad de un desarrollo sostenible. La PAC ha permitido que los ciudadanos de la UE puedan disfrutar de una amplia variedad de alimentos de calidad.
En 1962, tras muchas negociaciones, los ministros los estados miembros de la CEE en aquel momento (Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos), alcanzaron un acuerdo de dio lugar a la primera política agraria común en Europa.
Las líneas políticas originales se encuentran incluidas en el Tratado de Roma, y persisten en la PAC actual:
- Incrementar la productividad y estabilizar los mercados.
- Asegurar la disponibilidad de alimentos a precios razonables.
- Proporcionar un nivel de vida justo a los agricultores.
La PAC en la actualidad
Asegurar la disponibilidad de alimentos, incluso durante las crisis
La estabilidad en la disponibilidad de los alimentos a lo largo del tiempo ha hecho que los ciudadanos den por garantizado el suministro de alimentos. La crisis del Covid-19 trajo nuevamente una preocupación por ese suministro, cuando en muchos países se vieron supermercados casi vacíos por temor a una escasez de alimentos. Pero la pandemia no trajo consigo esa escasez. Las medidas tomadas por los estados miembros de la UE dentro de las regulaciones de la PAC, así como el sector del transporte, fueron clave para asegurar la producción y el suministro de alimentos. Esas reglas permitieron a los temporeros del campo a moverse fácilmente entre países, con una contribución clave para que la agricultura no sufriera interrupciones.
Además, una mayor flexibilidad en las normas de la PAC significaron que los agricultores y beneficiarios del desarrollo rural con problemas de liquidez recibieran anticipos, más ayudas y préstamos y garantías en condiciones favorables.
Apoyando al sector y su crecimiento
El sector agrícola se enfrenta a desafíos únicos. Su dependencia de la climatología, así como la planificación que requiere la producción, genera una brecha entre la oferta y la demanda. Los mercados no son estables, lo que genera volatililidad en los precios de los alimentos. Estos factores afectan a los ingresos de los agricultores, que son más bajos que en otros sectores.
Por eso, el apoyo público a los agricultores es fundamental para asegurar la disponibilidad de alimentos de calidad. Esto hace que puedan contar con ingresos más estables, mitigando así el impacto de la fluctuación de precios y demanda.
El apoyo al desarrollo del sector es importante para atraer a los jóvenes, ya que el relevo generacional es muy escaso, y cada vez menos jóvenes eligen comenzar su carrera en la agricultura. Este apoyo se puede hacer a través de subvenciones o préstamos, para financiar nuevas empresas y poner en marcha nuevos proyectos. El apoyo a los jóvenes agricultores complementa las medidas adoptadas para apoyar a las zonas rurales, y tratan de convencer a nuevas generaciones de que el campo puede ser un buen lugar para establecerse y emprender.
Ayudar al desarrollo de la Europa rural
A principios de este siglo, paralelamente a la ampliación de la UE, se introdujo un nuevo pilar en la PAC para contribuir al sustento de las comunidades en las zonas rurales y montañosas.
La financiación para el desarrollo rural apoya la agricultura en áreas desfavorecidas, frenando la despoblación. Además, contribuye a hacer habitables las zonas más apartadas y montañosas, apoyando infraestructuras y servicios relacionados con las salud, la educación y el acceso a Internet a través de banda ancha.
El enfoque LEADER es clave para cumplir estos objetivos, involucrando a las personas de la comunidad en el diseño y ejecución de estrategias, en la toma de decisiones y en la asignación de recursos para el desarrollo de sus zonas rurales.
Los Grupos de Acción Local, asociaciones público-privadas de funcionamiento asambleario, elaboran y ejecutan una estrategia de desarrollo para dicho territorio aprovechando sus recursos, y son fundamentales para que las personas y las organizaciones locales canalicen su energía y recursos hacia el desarrollo de su territorio y comunidad.
Creación de un mercado abierto
Establecer y regular el mercado común ha sido el centro de la PAC desde su creación. Desde el principio, se establecieron reglas de mercado basadas en garantías de precios y en la intervención estatal para cada producto agrícola.
A medida que evolucionó la PAC, se creó un mercado común único para todos los productos en el que ya no se aplicaron la intervención ni el apoyo a los precios. Ese mercado único ofrece actualmente acceso a 447 millones de clientes en 27 países, lo que les permite distribuir sus productos más allá de las fronteras nacionales.
Los agricultores también exportan sus productos fuera de la UE, siendo consumidos por millones de personas en todo el mundo, y convirtiendo a la UE en un gran exportador de alimentos. Pero además, la UE un mercado a los importadores de fuera de la UE. Con un enfoque orientado al mercado, donde las barreras comerciales y los impuestos a la importación son características del pasado, hoy la UE es el tercer mayor importador de alimentos del mundo.
Protegiendo nuestros productos
La UE cuenta con una gran variedad de alimentos locales y regionales de gran calidad, que tienen detrás una gran tradición y saber hacer. Los regímenes de calidad de la UE (DOP, IGP e IP) protegen las denominaciones de productos específicos para promover sus características únicas, vinculadas a su origen geográfico y al saber hacer tradicional, protegiéndolos de imitaciones y usos indebidos. Son una herramienta de marketing útil y también ayudan a los consumidores a reconocer los productos de calidad. Vinos, licores y otros alimentos, desde aceitunas a jamón y queso, están hoy protegidos por la legislación de la UE, protegidos de prácticas ilegales en la UE y en todo el mundo.
Además de los sellos de calidad, la PAC ayuda a fortalecer el papel de los agricultores en la cadena de suministro mediante el apoyo a las organizaciones de productores.
En un mercado caracterizado por una gran cantidad de pequeñas granjas y un menor número de grupos minoristas, existe a menudo un desequilibrio de poder en la negociación de precios. Para ayudar a las explotaciones más pequeñas a aumentar su poder de negociación a la hora de defender sus intereses dentro de la cadena de suministro, la PAC apoya la afiliación de explotaciones a organizaciones de productores y asociaciones de organizaciones de productores. En forma de cooperativas, o de otros modos, estas organizaciones ayudan a los agricultores a aumentar sus capacidades ofreciéndoles asistencia en aspectos técnicos y de marketing Muchas de estas organizaciones desempeñan un papel clave en la promoción de las indicaciones geográficas en su comunidad y fuera de ella. Existen actualmente alrededor de 3.400 organizaciones de productores reconocidas, la mitad de las cuales operan en el sector de frutas y verduras.
Un futuro verde y digital
La protección del medioambiente y los recursos naturales es fundamental para la sostenibilidad de la producción de alimentos. El apoyo a los agricultores a través de ayudas directas también premia la agricultura respetuosa con el medioambiente y los servicios que prestan que los mercados no compensan, como cuidar el campo, preservar el paisaje, proteger la biodiversidad y ayudar a mitigar el impacto del cambio climático.
La nueva PAC va a intensificar estos esfuerzos para lograr una mayor contribución de la agricultura de la UE al medioambiente y al clima.
Las practicas ecológicas que los agricultores pueden adoptar incluyen la rotación y diversificación de los cultivos, el mantenimiento de paisajes ecológicos y de una cantidad mínima de pastos, así como al agricultura ecológica.
La digitalización, la innovación y la investigación también pueden ayudar a responder a los desafíos a los que se enfrentan los agricultores: sostenibilidad alimentaria, seguridad nutricional, bienestar animal, eficiencia energética y muchos más. La PAC apoya la modernización de las técnicas agrícolas para hacer que el sector sea más eficaz, más competitivo y más respetuoso con el medio ambiente.
Las inversiones para la modernización de la agricultura también se usan para ayudar a conectar a los agricultores con investigadores y universidades para fomentar el intercambio de conocimientos.
Como ejemplos de agricultura innovadora tenemos la agricultura de precisión e inteligente, sistemas de riego sostenibles y herramientas para la detección temprana de plagas.
El futuro de la PAC
Durante 60 años la PAC ha ayudado a Europa a garantizar que los europeos disponían de alimentos seguros, cumpliendo su papel de unión entre la agricultura y la sociedad, y entre Europa y sus agricultores.
A partir de 2023 la PAC avanzará para ser:
- Más verde.
- Más fácil de implementar y más eficiente.
- Orientada a los resultados.
- Más cercana a las necesidades de los estados miembros.
Con los siguientes objetivos:
- Garantizar una renta justa a los agricultores.
- Aumentar la competitividad.
- Reequilibrar el poder en la cadena alimentaria.
- Actuar contra el cambio climático.
- Proteger el medio ambiente.
- Preservar los paisajes y la biodiversidad.
- Apoyar el relevo generacional.
- Mantener zonas rurales dinámicas.
- Proteger la calidad alimentaria y sanitaria.
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