En octubre de 2001 la Comisión Europea estableció el Mecanismo de protección civil de la UE, cuya pretensión es fortalecer la cooperación en materia de protección civil entre los estados miembros de la UE y otros 6 países participantes (Islandia, Noruega, Serbia, Macedonia del Norte, Montenegro y Turquía), mejorando así la prevención, la preparación y la respuesta ante desastres. Cuando una emergencia sobrepasa la capacidad de respuesta de un país de Europa, puede solicitar asistencia a través del Mecanismo. La Comisión Europea juega un papel clave en la coordinación de la respuesta a desastres en todo el mundo, contribuyendo al menos al 75% de los costes de transporte y/u operativos de las implementaciones.
Los desastres no conocen fronteras, y pueden golpear de modo repentino a uno o varios países simultáneamente. Disponer de una respuesta conjunta bien coordinada significa que cuando la magnitud de un suceso desborda a las autoridades nacionales, estas tienen un centro de referencia con el que tratar, en lugar de tener que tratar con diversos centros. Un enfoque conjunto ayuda además a aunar la experiencia y las capacidades de los equipos de socorro, evita la duplicación de los esfuerzos y garantiza que la asistencia cubra las necesidades de los afectados. Desde 2001 este mecanismo ha dado repuesta a más de 420 solicitudes de asistencia tanto de dentro como de fuera de la UE.
El mecanismo también ayuda a coordinar las actividades de las autoridades de preparación y prevención de desastres llevadas a cabo por las autoridades nacionales, y contribuye al intercambio de buenas prácticas. Esto facilita el desarrollo continuo de estándares comunes de más calidad que permiten a los equipos comprender mejor los diferentes enfoques y trabajar de manera intercambiable cuando ocurre un desastre.
Cuando hay una solicitud de asistencia a través del mecanismo, el Centro de Coordinación de Respuesta ante Emergencias (ERCC) moviliza a los servicios de asistencia o a expertos. El ERCC monitorea eventos en todo el mundo durante las 24 horas los 365 días del año, lo que garantiza un rápido despliegue le los servicios de emergencia a través de comunicación directa con las autoridades nacionales de protección civil. Los equipos especializados, tales como aviones de extinción de incendios forestales, equipos de búsqueda y rescate, asistencia médica, etc...pueden ser movilizado en poco tiempo dentro y fuera de Europa.
Los mapas de satélite producidos por el Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus, que tan populares se han hecho durante la erupción del volcán en la la isla de La Palma, también apoyan las operaciones de protección civil. Copernicus proporciona información geoespacial precisa y oportuna que es útil para delimitar las áreas afectadas y planificar las operaciones de socorro en casos de desastre.
En los países en desarrollo, la ayuda de protección civil suele ir aparejada a la ayuda humanitaria de la UE. Expertos en ambos campos trabajan en estrecha colaboración para garantizar el análisis y la respuesta más coherentes, especialmente en respuesta a emergencias complejas. El Mecanismo también interviene en emergencias de contaminación marina: el Centro puede movilizar rápidamente la capacidad de recuperación de petróleo y la experiencia de los Estados Participantes y la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA).
Cualquier país del mundo, así como las Naciones Unidas y sus agencias o una organización internacional relevante, puede solicitar ayuda al Mecanismo de Protección Civil de la UE. En 2020, el Mecanismo se activó más de 100 veces. Por ejemplo, para responder a la pandemia de coronavirus; la explosión en Beirut en el Líbano; inundaciones en Ucrania, Níger y Sudán; el terremoto de Croacia; y ciclones tropicales en América Latina y Asia.
Adicionalmente al Mecanismo, la UE estableció una reserva europea de capacidades adicionales (la "reserva rescEU"), queincluye aviones y helicópteros de extinción de incendios y equipo médico, y actualmente se están desarrollando capacidades de evacuación médica.
Durante el COVID-19, la UE ha distribuido decenas de miles de máscaras protectoras, guantes médicos y 30 ventiladores procedentes de los centros estratégicos de distribución rescEU que actualmente albergan 9 Estados miembros de la UE a países necesitados. Para garantizar una mejor respuesta a los desafíos futuros, una nueva legislación sobre protección civil de la UE, en vigor a partir de mayo de 2021, otorga a la UE capacidades adicionales para responder a los nuevos riesgos en Europa y el mundo y aumenta la reserva rescEU.
Las actividades de preparación y prevención permiten mitigar los efectos de los desastres. Un programa de formación para expertos en protección civil de los Estados miembros de la UE y los Estados participantes garantiza la compatibilidad y complementariedad entre los equipos de intervención, mientras que los ejercicios a gran escala capacitan las capacidades para desastres específicos cada año.
La UE apoya y complementa los esfuerzos de prevención y preparación de sus Estados miembros y Estados participantes centrándose en áreas en las que un enfoque europeo conjunto es más eficaz que las acciones nacionales independientes. Estos incluyen evaluaciones de riesgos para identificar los riesgos de desastres en la UE, fomentar la investigación para promover la resiliencia ante desastres y reforzar las herramientas de alerta temprana.
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