El satélite Copernicus Sentinel-1D fue lanzado con éxito el pasado, 4 de noviembre, a bordo de un cohete Ariane 6 desde el puerto espacial europeo de Kourou, en la Guayana Francesa. La misión proporcionará el sistema más avanzado del mundo de observación de la Tierra basado en radares, proporcionando imágenes continuas y de alta resolución de nuestro planeta, tanto diurnas como nocturnas, en todas las condiciones meteorológicas.
Desarrollado en el marco del Programa Espacial de la UE y en estrecha cooperación con la Agencia Espacial Europea (AEE), Sentinel-1D garantizará la continuidad de las capacidades europeas de obtención de imágenes por radar, sustituyendo a Sentinel-1A, que se puso en marcha en 2014.
Los datos de Sentinel-1D apoyarán el seguimiento medioambiental, la vigilancia marítima y las respuestas de emergencia. Su radar ayudará a detectar vertidos de petróleo, actividades marítimas ilegales, inundaciones, icebergs, corrimientos de tierras, actividades volcánicas y sísmicas, y a supervisar los bosques y las tierras agrícolas. El satélite también está equipado con un receptor compatible con Galileo, que mejorará la autonomía y la resiliencia de Europa en el espacio al garantizar la independencia de la navegación.
Una vez totalmente calibrado, Sentinel-1D empezará a enviar datos de forma gratuita a usuarios públicos y privados, lo que reforzará la posición de Europa como líder mundial en observación de la Tierra. Junto con sus homólogos de Copernicus, seguirá proporcionando información vital para la protección del medio ambiente, la seguridad y el crecimiento sostenible en toda Europa y fuera de ella.
Copernicus es el componente de observación de la Tierra del Programa Espacial de la UE.
Más información sobre la misión Sentinel-1 en línea.
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