La igualdad de género ha cobrado impulso en los últimos años. Ha cobrado mayor protagonismo en los medios de comunicación y en los debates internacionales, y ha suscitado un compromiso claramente mayor en la escena política. En la Comisión Europea, el Comisario Dalli, apoyado por un grupo de trabajo específico, asumió la responsabilidad de reflejar las cuestiones relativas a la mujer en todas sus políticas y de hacer avanzar la agenda de la igualdad de género. En 2021, por ejemplo, este trabajo se tradujo en el refuerzo de la identificación y el análisis de las repercusiones de la igualdad de género en los procedimientos de mejora de la reglamentación, en particular en las evaluaciones de impacto y las evaluaciones elaboradas por la Comisión.
Al mismo tiempo, la igualdad de género siguió estando bajo presión en algunos Estados miembros y fuera de la UE, con una tendencia en algunos países a restringir y retroceder en los derechos de las mujeres.
De cara al futuro, seguirá siendo importante contrarrestar los contratiempos causados por la pandemia del COVID-19, especialmente teniendo en cuenta que los estudios muestran que el impacto socioeconómico de la crisis podría durar mucho más tiempo para las mujeres que para los hombres. Para contrarrestar cualquier nuevo retroceso y empoderar económicamente a las mujeres, la Comisión ha fijado el objetivo de reducir a la mitad la brecha de empleo entre hombres y mujeres para 2030 a través del Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales. Las mujeres solo pueden prosperar en el mercado laboral y contribuir plenamente si se facilitan sus oportunidades y su acceso al mercado laboral con acciones concretas. El aumento de la oferta de educación y atención formal a la primera infancia apoyará el objetivo de la tasa de empleo global. Dará peso a la prioridad de las medidas para promover la participación de las mujeres en el mercado laboral, incluso en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Está previsto que la próxima revisión de los objetivos de Barcelona en materia de atención a la infancia como parte de la Estrategia Asistencial Europea se adopte en septiembre de 2022. Junto con la inversión en servicios de atención infantil y de cuidados de larga duración en el marco de sus planes nacionales de recuperación, los objetivos revisados fomentarán una evolución positiva hacia el empleo y la capacitación de las mujeres. Además, la tendencia general del trabajo a domicilio y la visible aceleración de la disponibilidad y la aceptación del trabajo a distancia también han creado una nueva apertura para una aplicación más rápida de las medidas de la Directiva sobre conciliación (que los Estados miembros tienen que aplicar antes de agosto de 2022), y hacia un reparto más equitativo del trabajo no remunerado, especialmente en las parejas de doble ingreso.
En el ámbito del liderazgo, los cambios de gobierno en algunos Estados miembros supusieron un gran avance en las negociaciones de la propuesta de "equilibrio de género en los consejos de administración de las empresas", y su adopción parece por fin al alcance de la mano después de 10 años. Como dijo la Presidenta von der Leyen con motivo de la presentación del Índice de Diversidad de Género 2021: "Lo importante es el efecto dominó. Si los consejos de administración más diversos contratan a directores generales más diversos, que a su vez contratan a directivos más diversos, eso es lo que cuenta. Estamos avanzando, pero no lo suficientemente rápido, no en toda la Unión Europea y no lo suficiente. Así que está claro que tenemos que hacer mucho más. Cuando el cambio no se produce de forma natural, es necesario adoptar medidas reglamentarias. Las cifras hablan por sí solas. La legislación funciona. Como Presidente de la Comisión, presionaré para que nuestra propuesta sobre las mujeres en los consejos de administración se convierta en legislación de la Unión Europea. No podemos permitirnos perder otros diez años".
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