El pasado 27 de octubre se celebró el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual para concienciar sobre la importancia y los riesgos de conservación de los materiales audiovisuales.
Los archivos audiovisuales sirven como narradores poderosos, capturando las vidas, culturas e historias de personas de todo el mundo. Representan un patrimonio invaluable que es una afirmación de nuestra memoria colectiva y una valiosa fuente de conocimiento, que refleja la diversidad cultural, social y lingüística de nuestras comunidades. Estos archivos no solo profundizan nuestra comprensión del pasado, sino que también nos ayudan a apreciar el mundo que compartimos hoy.
Por lo tanto, es vital conservar este rico patrimonio y garantizar que siga siendo accesible al público y a las generaciones futuras. Históricamente, la información se conservaba a través de fotografías, partituras y libros. La tecnología moderna ha revolucionado este proceso, permitiéndonos ahora grabar y compartir momentos importantes a través del sonido y el video utilizando diferentes aplicaciones. Plataformas como los servicios de transmisión de música, los sitios de intercambio de videos y las redes sociales actúan como archivos modernos, almacenando una amplia variedad de audiovisuales.
La UE utiliza diferentes plataformas y depósitos para almacenar y compartir contenidos audiovisuales. Entre ellas, la Biblioteca Audiovisual de la Comisión Europea funciona como depósito central de materiales audiovisuales destinados a la comunicación externa, producidos o adquiridos por los servicios de la Comisión. La biblioteca es responsable de la gestión, preservación y accesibilidad de la memoria audiovisual colectiva del proceso de integración europea, disponible tanto en inglés como en francés. Desde 1948, la biblioteca ha catalogado más de 250 000 vídeos, 500 000 fotos y 8 500 grabaciones de audio, que abarcan todas las etapas principales de la historia de la UE. La colección sigue creciendo y es accesible al público a través del Portal Audiovisual.
La UE se ha comprometido a salvaguardar y mejorar el patrimonio cultural de Europa a través de numerosas políticas y programas. Al preservar el patrimonio audiovisual, como películas, grabaciones y fotografías, nos aseguramos de que las generaciones futuras puedan experimentar la riqueza de nuestro pasado compartido. Proteger el patrimonio audiovisual no se trata solo de salvaguardar los recuerdos, sino de mantener la diversidad cultural viva y accesible para todos.
Fuente: Comisión Europea
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