Promover unos mejores resultados educativos y un mayor bienestar en los centros
La educación escolar puede desempeñar un papel crucial para conseguir unas sociedades y unas economías más inclusivas, justas y prósperas. Ayuda a las personas, durante su infancia y su juventud, a que desarrollen los conocimientos, las capacidades y las actitudes necesarias para convertirse en individuos responsables, resilientes y comprometidos, y a tener una vida satisfactoria.
Estos objetivos solo pueden alcanzarse si los sistemas educativos son verdaderamente equitativos e inclusivos. Estos sistemas deben garantizar que todo el alumnado tenga la oportunidad de desarrollar su potencial, independientemente de sus circunstancias personales, familiares, culturales y socioeconómicas. Sin embargo, en la actualidad no todos los jóvenes y las jóvenes de Europa tienen las mismas oportunidades para sacar provecho a su educación.
Retos actuales
En la Unión Europea (UE) existen importantes retos que dificultan el progreso educativo:
- Deficiencia de capacidades básicas: el 30 % de las personas de quince años carecen de competencias suficientes en matemáticas y una de cada cuatro tienen un bajo rendimiento en lectura o en ciencias (Estudio PISA de la OCDE, 2022).
- Abandono prematuro: alrededor de 3,1 millones de jóvenes de la UE no han completado su educación y formación (Eurostat, 2022).
- Seguridad en los centros: una décima parte del alumnado declaró no sentirse seguro en los centros y un 20 % declaró haber sufrido acoso al menos algunas veces al mes.
El contexto socioeconómico y cultural sigue afectando considerablemente a los resultados educativos del alumnado. Quienes proceden de entornos vulnerables obtienen, por término medio, peores resultados que quienes proceden de entornos privilegiados. Además, existe una preocupante disminución del bienestar del alumnado, exacerbada por el acoso generalizado dentro y fuera de internet, que afecta tanto al desarrollo como al rendimiento educativo.
Es probable que la pandemia de COVID-19 haya contribuido a la caída del rendimiento observada entre 2018 y 2022, lo que sin duda ha hecho que estos retos sean aún más visibles y urgentes.
Recomendación del Consejo sobre los caminos hacia el éxito escolar
La Recomendación del Consejo sobre los caminos hacia el éxito escolar, adoptada en 2022, intenta abordar estos retos.
Entre las principales recomendaciones para los países de la UE figuran las siguientes:
- Un enfoque sistémico: abordar simultáneamente el bajo rendimiento en capacidades básicas y el abandono prematuro de la educación y la formación, tomar medidas para promover el bienestar de estudiantes y profesorado, prevenir el acoso y favorecer un clima de aprendizaje positivo.
- Estrategias integradas y globales: desarrollar o reforzar estrategias que incluyan medidas de prevención, intervención y compensación (pero haciendo mayor hincapié en las acciones preventivas) en todos los niveles de la educación escolar.
- Atención a los grupos en situación de riesgo: complementar las medidas universales con disposiciones específicas e individualizadas para el alumnado que requiera apoyo adicional en entornos inclusivos.
- Recogida de datos: desarrollar o mejorar los sistemas de recogida y seguimiento de datos a nivel nacional, regional y local.
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