La pandemia de COVID-19 no ha quedado atrás, y es importante estar preparados para un otoño e invierno difíciles. La Comisión insta a los Estados miembros a que adopten rápidamente las medidas necesarias para evitar un aumento de los casos en otoño e invierno, causando un sufrimiento humano innecesario y ejerciendo una mayor presión sobre los sistemas sanitarios, las economías y la sociedad en general.
Es necesario mejorar la aceptación de la vacuna, especialmente para aquellos grupos de población con mayor riesgo de sufrir una forma grave de la enfermedad. También dar prioridad a la aplicación de dosis de refuerzo en grupos de población específicos con mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave. Los ciudadanos deben recibir una información clara sobre los beneficios de la vacunación, así como de la evolución epidemiológica de la enfermedad.
El 1 de septiembre, basándose en la recomendación de la Agencia Europea de Medicamentos, la Comisión autorizó en la UE las vacunas omicrón adaptadas de BioNTech Pfizer y Moderna. Otras medidas que deberían adoptarse en vista de la disponibilidad de las nuevas vacunas adaptadas contra el COVID-19 son desarrollar estrategias nacionales de vacunación que aclaren qué vacunas, incluidas las nuevas y adaptadas, deben administrarse a qué grupos de población, así como garantizar una capacidad logística suficiente para administrar las vacunas tan pronto como se entreguen las vacunas nuevas y adaptadas.
También debe mejorarse la preparación de los sistemas sanitarios ante los brotes de enfermedades infecciosas y otros tipos de perturbaciones, y deben adoptarse más medidas para apoyar la buena salud mental del personal sanitario y de la población en general.
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