20 años del euro, la segunda moneda global tras la crisis
El euro cumple 20 años y sigue como segunda moneda global pese a los desequilibrios
El euro cumple 20 años: pasado, presente y futuro de la moneda común
El euro cumple 20 años todavía en la pelea para ganarle terreno al dólar
El euro, moneda común de Europa, celebra el 1 de enero de 2019 su vigésimo aniversario.
Hace exactamente veinte años, el 1 de enero de 1999, once países de la UE lanzaban una
moneda común, el euro, e introducían una política monetaria compartida a través del Banco
Central Europeo.
El histórico momento supuso un hito dentro de una trayectoria marcada por la ambición de garantizar
la estabilidad y la prosperidad en Europa. Pese a estar aún en sus años mozos, el euro es la moneda
de 340 millones de europeos en 19 Estados miembros. El euro ha aportado beneficios tangibles a
hogares, empresas y gobiernos: precios estables, costes de transacción más bajos, protección de los
ahorros, mercados más transparentes y competitivos y auge del comercio. Unos 60 países de todo el
mundo vinculan de una u otra manera su divisa al euro, y podemos hacer —y hacemos— más para que
el euro desempeñe plenamente su papel en la escena internacional. Una vez cumplan los criterios, se
espera que otros Estados miembros ingresen en la eurozona.
Para celebrar este aniversario, los cinco presidentes de las instituciones y órganos de la UE más
directamente responsables del euro — la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Consejo
Europeo, el Banco Central Europeo y el Eurogrupo— hablaron sobre los 20 años de la moneda única y
sobre su futuro.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, declaraba: «Por ser uno de los únicos
signatarios del Tratado de Maastricht que siguen hoy día en política activa, recuerdo las arduas y
trascendentales negociaciones sobre el lanzamiento de la Unión Económica y Monetaria. Pero, sobre
todo, recuerdo la rotunda convicción de estar inaugurando un nuevo capítulo en nuestra historia
compartida. Un capítulo que habría de definir el papel de Europa en el mundo y el futuro de todos sus
ciudadanos. Veinte años después, estoy convencido de que fue la firma más importante que jamás
haya estampado. El euro se ha convertido en símbolo de unidad, soberanía y estabilidad. Ha aportado
a nuestros ciudadanos prosperidad y protección, y debemos garantizar que lo siga haciendo. De ahí
que trabajemos sin descanso por completar nuestra Unión Económica y Monetaria y por dar aún mayor
relieve internacional al euro».
Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, declaraba: «El euro es hoy en día más popular
que nunca: tres de cada cuatro ciudadanos lo consideran bueno para nuestra economía. Para que los
europeos aprovechen plenamente el empleo, el crecimiento y la solidaridad que se esperan de la
moneda única, debemos completar nuestra Unión Económica y Monetaria a través de una verdadera
Unión financiera, fiscal y política. Esto, además, permitirá a Europa proteger mejor a sus ciudadanos
frente a posibles crisis futuras».
Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, declaraba: «La creación del euro, hace 20 años, fue —
junto con la liberación de Europa Central y Oriental y la reunificación de Alemania— un momento
crucial de la historia europea. Desde entonces, nuestra moneda común ha madurado hasta convertirse
en una poderosa expresión de la Unión Europea como fuerza política y económica en el mundo. A pesar
de las crisis, el euro se ha mostrado resistente, y los ocho miembros que se han sumado a los once
iniciales han aprovechado sus beneficios. A medida que el mundo vaya cambiando, nosotros
seguiremos mejorando y reforzando nuestra Unión Económica y Monetaria».
Mario Draghi, Presidente del Banco Central Europeo, declaraba: «El euro fue la consecuencia lógica y
necesaria del mercado único. La moneda única facilita viajar, comerciar y hacer transacciones tanto
dentro de la zona del euro como en el resto del mundo. Hoy, veinte años después, hay una generación
que no conoce otra divisa nacional. Y a lo largo de este tiempo, el BCE ha cumplido su misión principal
de mantener la estabilidad de precios. Pero también contribuimos al bienestar de los ciudadanos de la
zona del euro al crear billetes innovadores y más fiables, impulsar sistemas de pago seguros,
supervisar los bancos para garantizar que sean resistentes y velar por la estabilidad financiera en la
zona del euro».
Mário Centeno, presidente del Eurogrupo, declaraba: «La moneda única ha sido uno de los mayores
éxitos europeos: no cabe albergar duda alguna sobre su importancia y su impacto a lo largo de las dos
primeras décadas de su existencia. Pero su futuro aún se está escribiendo, lo que para nosotros
supone una responsabilidad histórica. El euro, con la estrecha cooperación económica que trae consigo,
ha evolucionado a lo largo del tiempo y superado retos en su camino. Ha caminado un largo trecho
desde sus comienzos y, a raíz de la crisis, asistido a cambios importantes para intentar dejar las
dificultades atrás. Pero sus trabajos no han terminado, pues requiere continuas reformas, tanto en
buenos como en malos tiempos. No puede caber duda de nuestra voluntad política de reforzar la Unión
Económica y Monetaria. Debemos estar preparados para lo que pueda depararnos el futuro: se lo
debemos a nuestros ciudadanos».
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