Un paciente inmigrante necesita una persona humana y no un robot o una persona virtual. En este sentido la contratación de mediadores culturales en los hospitales en España era una excelente iniciativa. Llegó la crisis y sus recortes y ya no hay presupuesto para contratar estas personas. A cambio, la Unión europea dedica 3.6 millones de euros (que vienen de los impuestos de los ciudadanos europeos como tu y yo) para crear una persona virtual que entienda el inmigrante y sirva de interface entre el medico y él. Allí, os invito a reflexionar si no sería más pertinente dedicar estos recursos para crear empleos y de paso el inmigrante tenga como interlocutor una persona real en vez de un robot.
Un paciente inmigrante necesita una persona humana y no un robot o una persona virtual. En este sentido la contratación de mediadores culturales en los hospitales en España era una excelente iniciativa. Llegó la crisis y sus recortes y ya no hay presupuesto para contratar estas personas. A cambio, la Unión europea dedica 3.6 millones de euros (que vienen de los impuestos de los ciudadanos europeos como tu y yo) para crear una persona virtual que entienda el inmigrante y sirva de interface entre el medico y él.
ResponderEliminarAllí, os invito a reflexionar si no sería más pertinente dedicar estos recursos para crear empleos y de paso el inmigrante tenga como interlocutor una persona real en vez de un robot.