La "Garantía Juvenil" es una propuesta de la Comisión Europea con el objetivo de que los países de la UE faciliten la inserción en el mercado laboral de los menores de 25. Para ello se han destinado fondos, existen modelos que seguir (el finlandés y el austriaco) y una fecha de implantación: comienzos de 2014.
La "Garantía Juvenil" tiene como objetivo último que los jóvenes de hasta 25 años reciban una buen oferta de empleo, formación continua, formación de aprendiz o período de prácticas en un plazo de cuatro meses tras acabar la formación formal o quedar desempleados. La Garantía Juvenil es una de las reformas más cruciales y urgentes que se requieren para hacer frente al desempleo juvenil y mejorar la transición de la escuela al trabajo.
La lógica de la "Garantía Juvenil" es muy sencilla: garantizar que los servicios públicos de empleo ayuden de manera activa a los jóvenes o bien a encontrar un empleo acorde con su formación, competencias y experiencia, o bien a adquirir la formación, competencias y experiencia jóvenes que buscan los empresarios, y por lo tanto, son directamente pertinentes para aumentar sus posibilidades de encontrar empleo en el futuro.
Los países de la Unión Europea , reunidos en el Consejo, aprobaron en el mes de junio de 2013 la propuesta de "Garantía Juvenil" de la Comisión Europea
LAS EXPERIENCIAS AUSTRIACA Y LA FINLANDESA (CON RESULTADOS)
La "Garantía Juvenil" se basa en la experiencia en Austria y Finlandia, que muestran que invertir en los jóvenes es rentable. Por ejemplo, la garantía juvenil finlandesa se ha traducido en una reducción del desempleo entre los jóvenes, con un 83,5 % que ha logrado un empleo, un período de prácticas, un puesto de aprendiz o la ampliación de estudios en un plazo de tres meses a partir de la fecha de registro.
SERÁN NECESARIAS REFORMAS EN LOS SISTEMAS DE EDUCACIÓN PARA QUE LA GARANTÍA JUVENIL SEA REALMENTE EFICAZ
Otro de los ámbitos que requieren reformas estructurales se refiere a los sistemas de educación y formación profesionales, en los de los Estados miembros deben asegurarse de que dan a los jóvenes las capacidades que buscan los empresarios. A este respecto, puede resultar útil el diálogo entre sindicatos, organizaciones patronales, establecimientos educativos y autoridades públicas sobre la estructura y contenido de los cursos de educación y formación.
Fuente: Comisión Europea. España
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