Desde la adopción del actual marco financiero plurianual (MFP) en 2020, la Unión Europea (UE) viene afrontando una serie de retos inesperados y sin precedentes. Habiendo apenas superado una de las crisis económicas globales más profundas en más de un siglo, la brutal invasión rusa de Ucrania ha tenido enormes consecuencias humanitarias, económicas y presupuestarias.
Tras la pandemia ha repuntado la migración, lo que pone a prueba las capacidades de recepción e integración de los Estados miembros. Con arreglo al Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, la Unión y los Estados miembros asumirán nuevas responsabilidades, que entrañan costes adicionales.
La fuerte aceleración de la inflación y los tipos de interés ha repercutido en el presupuesto de la Unión debido, entre otras cosas, a la fuerte subida de los costes de financiación de NextGenerationEU.
Tras una serie de perturbaciones en la cadena de suministro mundial, la UE está esforzándose por ampliar su autonomía estratégica abierta. Hacen falta cuantiosas inversiones que fomenten la competitividad a largo plazo en tecnologías cruciales para el liderazgo de Europa.
Dentro de sus límites actuales, el presupuesto de la UE viene alimentando una fuerte respuesta de la UE al gozar de cierta flexibilidad y hacer amplio uso de la reprogramación. Abordar los múltiples desafíos ha llevado los recursos del presupuesto de la UE al límite del agotamiento, lo que dificulta su capacidad de hacer frente aun a los problemas más acuciantes.
Se proponen refuerzos específicos en el presupuesto europeo para abordar prioridades clave. Estas propuestas incluyen un mecanismo de apoyo a Ucrania con 50.000 millones de euros en subvenciones, préstamos y garantías para cubrir necesidades inmediatas, recuperación y modernización hacia la UE. Además, se plantea un aumento de 15.000 millones de euros en el presupuesto de la UE para abordar la migración interna y externa, así como las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, fortaleciendo las asociaciones con terceros países. Se propone la creación de una Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP) basada en instrumentos existentes, como InvestEU y el Fondo de Innovación, para mejorar la competitividad en tecnologías críticas, digitales, limpias y biotecnología. También se busca establecer un mecanismo eficiente para hacer frente a los crecientes costos de financiación de NextGenerationEU debido a los tipos de interés, mediante un nuevo "Instrumento EURI" especial. Estas propuestas buscan garantizar el cumplimiento de los objetivos esenciales del presupuesto europeo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado: «Nuestro presupuesto es una herramienta política clave para responder a los enormes desafíos a los que juntos nos enfrentamos. Pero las presiones son cada vez mayores. Hoy proponemos un aumento específico del gasto de la UE para aportar una ayuda financiera estable a Ucrania, para financiar nuestra actuación en materia migratoria y para sostener las inversiones en industrias estratégicas. Juntos somos más fuertes».
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