Los trabajadores están expuestos a sustancias peligrosas en muchos lugares de trabajo en Europa. Tales exposiciones son más comunes de lo que la mayoría de la gente imagina y, de hecho, se pueden dar prácticamente en todos los lugares de trabajo. Esto implica importantes problemas de seguridad y salud.
Una sustancia peligrosa es un elemento sólido, líquido o gaseoso que puede afectar a la seguridad o la salud de los trabajadores. La exposición se puede dar por inhalación, penetración cutánea o ingestión.
La exposición a sustancias peligrosas en el lugar de trabajo está relacionada con problemas de salud graves y de larga duración, incluidos:
- enfermedades respiratorias (por ejemplo, asma, rinitis, asbestosis y silicosis)
- daños a órganos internos, incluidos el cerebro y el sistema nervioso
- irritaciones y enfermedades de la piel
- cánceres laborales (por ejemplo, leucemia, cáncer de pulmón, mesotelioma o cáncer de la cavidad nasal).
Además, la presencia de sustancias peligrosas puede poner a los trabajadores en situación de riesgo de incendio, explosión, intoxicación aguda y asfixia.
La segunda encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (ESENER-2) de la EU-OSHA revela que las sustancias peligrosas están más presentes en determinados sectores, como el de la agricultura, el manufacturero y el de la construcción.
Aun así, los trabajadores de todos los sectores están potencialmente en riesgo de exposición a sustancias peligrosas. De hecho, el 38 % de las empresas europeas confirman la presencia de sustancias químicas o biológicas potencialmente peligrosas en sus lugares de trabajo. Así pues, es de vital importancia que los riesgos estén identificados y gestionados
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