En Europa hay más de doce millones de personas que llevan más de un año en paro, más del 60 % lleva ya más de dos años seguidos en paro. A pesar de la recuperación económica y de los signos de mejora en el mercado de trabajo de la UE , su número se duplicó entre 2007 y 2014, llegando a representar aproximadamente la mitad del número total de desempleados. Actualmente los desempleados de larga duración representan el 5 % de la población activa. La proporción de los mismos varía mucho entre los distintos Estados miembros y oscila entre un 1,5 % en Austria y un 19,5 % en Grecia. Cuanto más tiempo llevan fuera del mercado laboral, más les cuesta volver a ser contratados. Cada año una de cada cinco personas deja de intentar encontrar empleo y se convierte en inactiva, lo cual trae consigo un grave riesgo de pobreza y exclusión social para los desempleados y sus familias. Además, se calcula que solo se les asigna el 20 % de los programas activos de empleo y, en muchos Estados miembros, carecen de acceso a servicios personalizados. Los programas que se les ofrecen no suelen implicar suficientemente a los empleadores. Solo un tercio de los Estados miembros coordinan la actuación de sus servicios de empleo y sus servicios sociales.
El Plan de Inversiones para Europa tiene potencial para crear millones de nuevos puestos de trabajo. No obstante, aun cuando se crean nuevos puestos de trabajo a menudo resulta muy difícil para los desempleados de larga duración reincorporarse con éxito al mercado laboral. Por tanto, la propuesta de Recomendación del Consejo prevé:
- Fomentar la inscripción de los desempleados de larga duración en un servicio de empleo.
- Facilitar a cada desempleado de larga duración que esté inscrito, antes de que lleve dieciocho meses en paro, una evaluación individual detallada a fin de determinar sus necesidades y su potencial.
- Ofrecer un acuerdo de integración laboral a todos los desempleados de larga duración inscritos antes de que lleven dieciocho meses en paro.
- El acuerdo de integración laboral debería constar de un plan personalizado para que el desempleado de larga duración vuelva a tener trabajo. Dependiendo de los servicios que existan en cada Estado miembro, el plan puede incluir: tutoría, ayuda a la búsqueda de empleo, educación y formación complementarias, así como ayudas para la vivienda, el transporte y los servicios de atención sanitaria y de atención a la infancia o la readaptación. Tales servicios deben prestarse a través de un punto de contacto único, a fin de garantizar la continuidad y la coherencia de la ayuda. Asimismo, debe indicar claramente los derechos y las responsabilidades tanto de los desempleados como de las organizaciones que prestan ayuda.
La propuesta de la Comisión será presentada al Consejo para su debate y adopción. Las medidas que se señalan en la Recomendación empezarán a aplicarse en cuanto los Estados miembros lleguen a un acuerdo.
Fuente: Servicio de Prensa de la CE en España
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