La Eurocámara se pronunció ayer martes a favor de introducir la
indicación obligatoria del país de origen de los productos (“made in”) para
garantizar una mejor información al consumidor y una competencia leal entre los
productores. Además, el PE ha respaldado la imposición de sanciones más severas
a las empresas que no cumplan las normas de seguridad de la Unión
Europea.
Los eurodiputados han votado dos propuestas de reglamento. La primera sobre
la seguridad general de los productos (respaldada por 485 votos a favor, 130 en
contra y 27 abstenciones) y la segunda sobre la vigilancia del mercado (que ha
recibido 573 votos a favor, frente a 18 en contra y 52 abstenciones).
Los eurodiputados respaldan la propuesta de la Comisión de introducir el
etiquetado obligatorio del país de origen, que tiene por objetivo facilitar la
seguridad y la trazabilidad de los productos, así como reforzar la protección de
los consumidores. Estas normas se aplicarían a todos los productos vendidos en
la UE, excepto los alimentos y los medicamentos.
En el caso de los productos fabricados en la UE, los fabricantes podrían
elegir si mantienen la referencia a la Unión Europea ("made in the EU") o si
indican el nombre concreto del país de fabricación (por ejemplo, “made in
Spain”). Esta propuesta ha provocado divisiones entre los Estados miembros en el
seno del Consejo. En general, los países del sur de la UE, entre ellos España,
han respaldado el etiquetado de origen obligatorio, mientras que otros prefieren
mantener el sistema actual de carácter voluntario.
De acuerdo con las enmiendas de la Eurocámara, los bienes producidos en más
de un país serán originarios de aquel "en el que se haya producido la última
transformación o elaboración sustancial, económicamente justificada, efectuada
en una empresa equipada a este efecto, y que haya conducido a la fabricación de
un producto nuevo o que represente un grado de fabricación importante". Esta
definición está tomada de la del Código Aduanero comunitario.
Por otra parte, el Parlamento Europeo ha rechazado una enmienda que proponía
introducir una etiqueta voluntaria de seguridad certificada por la UE (“EU
safety tested”), complementaria a la indicación “CE”.
Sanciones
Los eurodiputados abogan por endurecer las sanciones a las empresas que
comercialicen productos que incumplan las normas o que sean potencialmente
peligrosos y proponen la creación de una lista negra de productores que hayan
"violado de forma reiterada e intencionada las normas" de la UE sobre seguridad
de los productos. La Eurocámara también propone crear una base de datos a nivel
europeo sobre las infracciones relacionadas con la seguridad de los
productos.
Próximos pasos
El Parlamento Europeo ha aprobado su posición en primera lectura. El
procedimiento legislativo seguirá su curso a lo largo de la próxima
legislatura.
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